jueves, 29 de septiembre de 2011

Temporada de descanso ¿activo?

Hace tiempo que no escribo porque tengo la bici abandonada. No es porque me cansara, ni porque la aburriera, es porque tengo una razón "de peso" para no pedalear. En diciembre, si todo va bien, seremos papis de otro futuro caimán, Simón, un tiarrón de pierna larga (lo que dicen las ecos) que va a arrasar en las mini BTTs!
Pues, al tema, me gustaría escribir sobre lo que está siendo para mi la vivencia de este embarazo.... ya que dicen que después del parto, generamos una hormona que nos hace olvidar lo que hemos pasado, porque la naturaleza es inteligente y le interesa que sigamos procreando.... pues quiero dejarlo reflejado en algún sitio para leerlo de vez en cuando.
Hay embarazos muy bien llevados, mujeres que afirman no enterarse de nada; embarazos muy malos, que exigen reposo durante los 9 meses (40 semanas para ser exactos); y embarazos latosos, como es este caso, que te dan algún día de tregua entre vómitos, dolores de espalda,....
El mío empezó en urgencias con una supuesta gastrointeritis una semana antes de poder saber que por fin estaba embarazada... Pero esa gastrointeritis, no era tal cosa.... era el primer síntoma de que una personita se estaba creando dentro de mi barriga. A partir de ahí empezaron las continuas náuseas, vomitonas no sé cuántas veces al día, cansancio, malestar general.... pero siempre mirando el lado bueno... todos eran síntomas de que las hormonas estaban haciendo su trabajo y de que el embarazo iba bien. Todo ésto empezó allá por el lejano mes de abril, que a lo mejor una persona en circunstancias normales lo ve muy cerca, pero en esta situación se ve ya muy lejano. En el mes de junio, hacia finales, empezaron las molestias en la espalda y en la zona abdominal. Un dolor común de lumbago que en condiciones normales te cura el fisio con unos masajes, unos antiinflamatorios o unas corrientes, pero en esta situación, te tienes que conformar con un leve masajillo y un poco de paracetamol para disfrazar un poco el dolor.... advertida siempre por el médico de cabecera que te recuerda ue lo normal es que cuando empieza, vaya a más, porque el niño lo normal es que aumente de tamaño, que te pince algún nervio, como el ciático, y que te aumente bastante el peso en la zona abdominal.
Bueno, pues desde junio voy llevando el dolor de espalda, que aumenta en ocasiones con la descolocación del hueso sacro, y alternado con los vómitos y sus consiguientes ardores.... entonces el médico de cabecera me da la baja, me recomienda reposo y que camine un poco cuando el sacro me de tregua.
Estando en éstas, nos vamos a Huesca a cumplir nuestro sueño. Vamos a buscar una California que llevamos tiempo anhelando y por fin encontramos. Nuestro apartamento en la playa y nuestra cabaña en la montaña. A partir de ahí, todos los fines de semana nos los pasamos yendo a carreras, rutas, a la playa.... disfrutando a tope del verano y de la familia a pesar de las circunstancias adversas....
Pero, aún con todo lo negativo del embarazo, pronto empezó la parte positiva. Notar una personita moviendo piernas y brazos en tu interior, es una experiencia que compensa todo lo mal qe lo estás pasando. Te hace ver las náuseas como algo temporal que no es tan incómodo como te parecía antes, el dolor de espalda como algo que tienes que pasar para tener tu recompensa.... empiezas a ver lo bonito de esta etapa, a disfrutar tocándote la barriga y viendo que alguien ahí dentro responde a tus caricias.... en fin, lo mejor que te puede pasar como mujer sin duda (respetando siempre a las que decidan no vivirlo, tiene su parte positiva y su parte negativa, como todo).
Pues así, con mucha calma y armada de paciencia, van pasando las semanas. Mi cuerpo cambia, tengo días buenos, días regulares y días de pasar página. Mi corazón mueve sangre para dos, con lo que el pulso aumente. Ésto hace que me encuentre más cansada, que me cueste subir las escaleras hasta el cuarto piso (algo que nunca antes me pasó) y que eche de menos el poder montar un ratito en bici para dar un paseo con mis compis de siempre.... pero todo llegará. Ahora quedan tres mesecitos para verlo todo atrás, para empezar a disfrutar de una nueva época de lactancia (espero que larga), de un nuevo miembro en la familia que nos acompañe en la California desde muy pequeñito, y para empezar de nuevo a pedalear y a contar historias con la bici (me muero de ganas). Todo eso compensará con creces lo regular que lo pueda estar pasando ahora, así que, miro adelante y digo a todas las que están como yo, que busquen el lado bueno y que disfruten de las pataditas, que es algo que nos hace únicas. Y a sus parejas, les pido que sean comprensibles, que no es fácil llevar el desorden hormonal que nos provoca el embarazo, que necesitamos descanso, cariño y, sobre todo, mucha comprensión.
Un abrazo a todos y hasta otra!